Las 4 Caperucitas.
Era hace mucho tiempo, cuatro caperucitas quienes eran hermanas. Vivian en una casa cerca del bosque con su tía (Clotilde), su tía era muy mala con ellas y las trataba muy mal.
Las 4 caperucitas (Luna, Gleny, Flor y Valeria) eran unas caperucitas muy respetuosas y amigables, les encantaba el invierno, pero cuando llegaba el invierno ellas no lo podían disfrutar como tanto soñaban porque su tía no las dejaba.
Un día las caperucitas se sentaron debajo de un árbol cerca de la casa, y estaban hablando de que iban hacer para poder disfrutar del invierno, que ya estaba por llegar
-Gleny: yo pienso que deberíamos escapar de nuestra tía que tanto nos maltrata.
A lo que responde Flor:
-Flor: pero es que no sabemos a dónde ir y si supiéramos donde tía Margarita, pero no sabemos dónde está ella, ni en donde vive, ni la conocemos.
Alzando la voz Luna dice:
Luna: tienes toda la razón!. No sabemos ni como es tía, pero por lo que he escuchado hablar de ella, sé que es buena y cariñosa.
A lo que argumenta Valeria.
Valeria: pero vamos a buscarla, a investigar en donde la podríamos hallar.
De repente sale su tía y con voz áspera y robusta las llama
Tía: ¡Caperucitas vengan pronto para la casa, pero rápido!.
Las caperucitas muertas de miedo recogieron todo rápidamente y se fueron en dirección a la casa. Cuando entraron su tía les dijo:
Tía: caperucitas quiero que vayan a comprar frutas al mercado y no se demoren, pero rápido.
Ellas se fueron y de paso fueron a casa de su amiga -llamada Carol- que ellas tenían cerca del mercado, quien le podía hablar sobre la tía Margarita, porque ella la conoció muy bien y fueron amigas. Llegaron, tocaron y ella les abrió, hola mis bellas caperucitas les saludo, pasen, cómo están? Y ¿Qué las ha traído por aquí?
A lo que Gleny respondió: queremos que nos hables de nuestra tía desconocida, ya que no la conocemos. ¿Dónde piensas que ella puede estar?
Carol comenzó a hablarles de su tía. Pasaron horas y horas y aun las caperucitas  estaban en casa de Carol  y obtuvieron mucha información.
La tía Clotilde algo preocupada por el paradero de las caperuzas, salió a buscarlas pues estaba muy hambrienta. Las encontró en el camino y comenzó a castigarlas todo el camino a casa, les halo el cabello y  las bofeteo.  Al llegar a la casa las encerró en su habitación y les dijo:
-Clotilde: de allí no saldrán por los próximos tres días para que aprendan la lección.
Escucharon la puerta sonar y se asomaron para ver si su tía estaba allí. Al darse cuenta que no era así, las caperucitas entendieron que era el momento ideal para escapar. Prepararon todo  y salieron por la ventana de atrás. El viaje era de tres días porque la tía margarita vivía muy lejos y al otro día empezaba el invierno, aunque esto no las detuvo.
Se enfrentaron al duro frio, animales salvajes, hambre y pasaron muchos malos momentos. Pero después de tres días llegaron al pueblecito donde vivía tía Margarita, fueron casa por casa preguntando y al fin encontraron la casa de la tía, pero ella no estaba en casa. Decidieron sentarse en frente a esperar que llegara.
Dos horas más tarde llego la tía Margarita y se sorprendió al ver esas cuatro niñas sentadas al frente de su casa. De todos modos les saludo muy afable. Hola niñas, cómo están?
Las cuatro casi a coro respondieron: bien!
-Y que hacen aquí?
Luna respondió: estamos esperando a nuestra tía Margarita.
La señora se arrodillo en frente e de ellas y le respondió mis amores, soy yo su tía Margarita. Las niñas corrieron a su encuentro y entre besos y abrazos. Les dijo ya están seguras aquí.
Desde que llegaron al  primer día en la casa de tía Margarita ya eran felices, todos los días salían a patinar en la nieve, y jugaban con su tía todos los días, y eran unas caperucitas muy felices.
Colorín, colorado este cuento ha terminado.
Autora:
Vanesa Mercedes Morillo








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